De empleada a emprendedora, Doña Julia busca crecer a pesar de la crisis. Para finales de este año planea abrir 110 sucursales en todo México.Con una inversión de 10 pesos, “un comalito” y el ánimo de emprender un negocio, Julia Bañuelos empezó a vender gorditas en un taburete hace 27 años.
Ahora reconoce que nunca se imaginó que su sazón la llevaría a abrir siete restaurantes en Zacatecas, siete en Monterrey y uno en Durango. Por ahora, la expectativa de Gorditas Doña Julia es abrir para finales de año otras 110 sucursales más en toda la República Mexicana, esto a pesar de la crisis.A los 30 años de edad, Julia renunció a su trabajo como Jefa de Cocina en el hotel Aristos, en la capital de Zacatecas. Debido a que sin su trabajo el sueldo de su esposo Javier García no alcanzaba para cubrir los gastos familiares, ambos decidieron emprender la venta de enchiladas, nopales y tamales con el fin de mantener a sus dos hijos.
Sin embargo, a petición de la misma clientela, inició en 1982 la venta de gorditas de múltiples guisados, como queso, picadillo, rajas con queso, frijoles y lengua. Su sazón único transformó para siempre su vida.
Sabor inigualable
De la informalidad, Gorditas Doña Julia creció y legalizó su situación antes de lo que esperaba, cuestión que lo convirtió en uno de los restaurantes predilectos por zacatecanos y turistas. Tanto que a la fecha ha recibido múltiples premios por calidad y turismo.
De hecho, hay quienes conocen del sazón de Doña Julia y aseguran que quien va a Zacatecas y no prueba sus gorditas, simplemente no visitó el estado. Su éxito se basa en la atención, importancia y placer que brinda a su comida y clientela. “Mi delirio es la cocina, me encanta cocinar”, asegura la mujer de 59 años, que dice sentirse con el entusiasmo de una chica de 20.
Gorditas Doña Julia atiende actualmente a 2,000 clientes diariamente en las siete sucursales establecidas en Zacatecas. Por lo que diariamente se cocinan 13 platillos en ollas de 100 litros desde las 4 de la mañana para que la comida sea distribuida a los restaurantes a las 7 de la mañana.
“No porque yo lo diga, pero mis manos tienen un sazón inigualable”, expresa.
Satisfacciones inesperadas
“La vida nos cambió 360 grados, de ahí ha salido el patrimonio para nuestros hijos”, expresa Javier García.
Ya que haberse convertido en empresarios en un momento en el que “no teníamos ni en qué bañarnos”, les ha traído múltiples satisfacciones, como es el hecho de tener comodidades que nunca pensaron tener.
En tanto, para Julia, uno de los logros más grandes que le ha otorgado esta pequeña empresa de gran reconocimiento es el gusto de viajar. Al menos una vez al año organiza un viaje a nivel internacional con toda su familia. Hasta ahora ha conocido Francia, China, India y Grecia.
“Vivo bien, todos mis hijos tienen su casa. (Sin embargo), la mayor satisfacción es tener qué comer, no desear nada, tener salud y ser feliz porque tengo una familia muy unida”, detalla.
Proyecto con futuro
“Iniciamos este negocio no pensando en crecer ni tener una o dos sucursales, sino pensando en completar los gastos de la casa”, expresa Javier García, quien firmó tiempo atrás un convenio con MM Cinemas para instalar una franquicia de Gorditas Doña Julia en cada sala de cine.
A parte de las sucursales en Zacatecas tiene siete más en Monterrey y otra en Durango. “Nos asociamos con MM Cinemas, la idea es que si ellos tienen 600 salas de cine, nosotros estemos por lo pronto en 110”.
En estos 28 años de trabajo, expresa el ahora Subsecretario de Desarrollo Económico de Zacatecas, “hemos sido más que nada honestos, nosotros queremos los negocios como hijos. Cuando vemos una cosa mal, se corrige de inmediato”, comenta.
Afrontan la crisis
Las ventas en Gorditas Doña Julia han caído hasta 30% debido a la crisis sanitaria y económica que se vive en el país.
Sin embargo, Doña Julia y Javier García no están dispuestos a perder clientela, así que preparan crear combos y hacer promociones en sus restaurantes para mantenerse en la preferencia de la gente por su calidad, precio y sabor
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