Guadalupe Rayos

Por: Antero Duks

Era Guadalupe Rayos un valiente y bragado guerrillero originario del Estado de Zacatecas. Nunca supo nadie en qué pueblo nació. Tampoco se supo jamás algo acerca de su familia. Sólo se sabía que era zacatecano de pura cepa.

Lo seguía un pequeño grupo de hombres, igual de valientes y bragados que él. Tanto era su valentía y decisión que traía azolados a los federales. Se llegaba a enfrentar a batallones que cuando menos lo cuadruplicaban en número. Así era el mentado Lupe Rayos, el bragado zacatecano.

Cuentan las crónicas que en alguna ocasión, estando en su campamento, convaleciendo de una fuerte gripe que lo pescó por causa de los fuertes vendavales y frio que acostumbran azotar la sierra zacatecana durante el invierno, le llegaron a avisar que una tropa muy numerosa de federales los tenías cercados. Sin pensarlo dos veces, se levantó raudo para organizar a su gente. Uno de sus segundos, ciertamente asustado, le preguntó:--“¿qué vamos a hacer Lupe?”. Ágil como era en sus respuestas, se volteó a su ver a quien lo inquiría y le dijo, elevando en demasía la voz:--“me he escapado de aguaceros, cuantimás de lloviznasos”. Esta frase quedó fija en la memoria de lo que la escucharon y de ahí a los siempre presentes trovadores que le dieron forma a un corrido.

«Decía Guadalope Rayos, y lo decía con seguridad y valentía: yo a los federales no les tengo miedo, me hacen lo que la lluvia, y si me escapado de aguaceros, cuantimás de lloviznasos.»

Y así, con gitarra en manos, el trovador iba recorriendo las calles de los pueblos, entonando:

DECÍA GUADALUPE RAYOS:
«ME HE ESCAPADO DE AGUACEROS,
CUANTIMÁS DE LLOVIZNASOS»