Por: Nat Lop
Ø Es muy placentero soñar con el éxito, pero, para lograrlo, hay que despertar y trabajar muy duro.
Ø Los sabios son los que buscan sabiduría; los necios piensan ya haberla encontrado.
Ø El amor es la fuerza más humilde, pero también la más poderosa de que dispone el mudo.
Ø No lo hagas si no conviene, no lo digas si no es verdad.
Ø Los niños son mensajes vivientes que enviamos al futuro.
Ø Dime y olvidaré; muéstrame y recordaré; involúcrame y aprenderé.
Ø La grandeza del hombre se mide en el tamaño de su humildad.
Ø Independiente siempre, aislado nunca.
Ø La confianza en sí mismo, es el primer secreto del éxito.
Ø Las oportunidades son como los amaneceres, si uno espera demasiado, se los pierde.
Ø Si cambian tus pensamientos, cambiará tu mundo.
Ø Un buen comienzo es muy importante, pero un buen final lo es más aún.
Ø Nunca se es demasiado viejo para quitarse las malas costumbres. ¿Cómo conseguirlo? A fuerza de querer a los demás y no querer fastidiarlos… Contra las malas costumbres, es una tarea hermosa y para realizarla hay que tomar mucho aliento.
Ø El que cabalga en las alturas no debe extrañarse si se le alejan los amigos. Tenían que mirarle siempre allá arriba.
Ø El que ha estudiado no debería ignorar que hay infinitas cosas que él ignora.
Ø Un especialista se sabe de memoria todo su rinconcito. Los demás conocen un poco todos los rincones. La presunción es ignorancia inflada. Los demás saben también éstas o las de más allá.
Ø El perdón es lo más hermoso que existe.
Ø El perdón es el desarme del corazón.
Ø Perdonar cuesta menos que dar. ¡Perdona!
Ø Descansar en paz es fácil, pero… ¿Vivir en paz?
Ø Algunas personas se convertirían en amigos. Permanecen por un tiempo dejando hermosas huellas en nuestros corazones, y nunca volvemos a ser igual, porque hemos hecho un buen amigo.
Ø No nos cansemos, pues, de hacer el bien.
Ø ¡Siembra generosamente los granos de tu bondad, hasta en los terrenos que te parezcan estériles! ¡Tarde o temprano, el sembrador recogerá los frutos de su grano, superando a sus esperanzas!
Ø Donde no hay amor, poned amor y encontraréis amor.
Ø Más se consigue con dulzura que con la violencia.
Ø El mal que hacemos no nos acarrea tanto odio como nuestras buenas acciones.
Ø No es tan peligroso hacer mal a la mayoría de los seres humanos como hacerles demasiado bien.
Ø Para ser bueno hay que ser muy bueno.
Ø La oportunidad de hacer el mal se da cien veces por día y la de practicar el bien sólo una vez al año.
Ø Una de las ventajas de las buenas acciones es que elevan el corazón y le sitúan para realizar otras mejores.
Ø Una parte de la bondad consiste. Seguramente, en considerar y querer a las gentes más de lo que se merecen.
Ø Cuando somos dichosos, somos siempre buenos; pero cuando somos buenos, no somos siempre dichosos.
Ø Grande es Dios en el SINAB; el trueno le precede, el rayo le acompaña, la luz le envuelve, la tierra tiembla, los montes se desgajan; pero hay un Dios más grande, más grande todavía, que no es el majestuoso Dios del SINAB, sino el humilde Dios del Calvario, clavado en una cruz, herido, yerto, coronado de espinas, con la hiel en sus labios, vejado, y sin embargo diciendo: “¡Padre mío, perdónalos, perdona a mis verdugos, perdona a mis perseguidores, porque no saben lo que hacen!”
Ø A mis amigos les doy la diestra; a mis enemigos la mejilla.
Ø ¡Dios mío librad de dolor a cuanto existe!
Ø La alegría de hacer bien está en sembrar, no en recoger.
Ø Amar y perdonar es toda la vida.
Ø A nadie le importará que no hagas bien a nadie, pero ¡pobre de ti si al hacer bien a todos has hecho bien al enemigo de alguien!
Ø No siempre han de estar las flores en el camino para irlas cortando a nuestro paso; es más seguro llevarlas en nuestro corazón para dejarlas caer y alegrar con ellas los caminos de la aridez y asperezas.
Ø También las buenas acciones tiene su remordimiento.
Ø ¡Cuántos males costó siempre el empeño de hacer bien!
Ø Y el hombre, injusto siempre, ha dicho después que Dios va borrando la bondad de su creación.
Ø Exponer las ideas no debe llevar la intención de imponerse a otras, ni de ofender a nadie. Es natural que choquen con algunas, sobre todo aquellas que han sido aceptadas y consideradas como definitivas.
Ø Es muy placentero soñar con el éxito, pero, para lograrlo, hay que despertar y trabajar muy duro.
Ø Los sabios son los que buscan sabiduría; los necios piensan ya haberla encontrado.
Ø El amor es la fuerza más humilde, pero también la más poderosa de que dispone el mudo.
Ø No lo hagas si no conviene, no lo digas si no es verdad.
Ø Los niños son mensajes vivientes que enviamos al futuro.
Ø Dime y olvidaré; muéstrame y recordaré; involúcrame y aprenderé.
Ø La grandeza del hombre se mide en el tamaño de su humildad.
Ø Independiente siempre, aislado nunca.
Ø La confianza en sí mismo, es el primer secreto del éxito.
Ø Las oportunidades son como los amaneceres, si uno espera demasiado, se los pierde.
Ø Si cambian tus pensamientos, cambiará tu mundo.
Ø Un buen comienzo es muy importante, pero un buen final lo es más aún.
Ø Nunca se es demasiado viejo para quitarse las malas costumbres. ¿Cómo conseguirlo? A fuerza de querer a los demás y no querer fastidiarlos… Contra las malas costumbres, es una tarea hermosa y para realizarla hay que tomar mucho aliento.
Ø El que cabalga en las alturas no debe extrañarse si se le alejan los amigos. Tenían que mirarle siempre allá arriba.
Ø El que ha estudiado no debería ignorar que hay infinitas cosas que él ignora.
Ø Un especialista se sabe de memoria todo su rinconcito. Los demás conocen un poco todos los rincones. La presunción es ignorancia inflada. Los demás saben también éstas o las de más allá.
Ø El perdón es lo más hermoso que existe.
Ø El perdón es el desarme del corazón.
Ø Perdonar cuesta menos que dar. ¡Perdona!
Ø Descansar en paz es fácil, pero… ¿Vivir en paz?
Ø Algunas personas se convertirían en amigos. Permanecen por un tiempo dejando hermosas huellas en nuestros corazones, y nunca volvemos a ser igual, porque hemos hecho un buen amigo.
Ø No nos cansemos, pues, de hacer el bien.
Ø ¡Siembra generosamente los granos de tu bondad, hasta en los terrenos que te parezcan estériles! ¡Tarde o temprano, el sembrador recogerá los frutos de su grano, superando a sus esperanzas!
Ø Donde no hay amor, poned amor y encontraréis amor.
Ø Más se consigue con dulzura que con la violencia.
Ø El mal que hacemos no nos acarrea tanto odio como nuestras buenas acciones.
Ø No es tan peligroso hacer mal a la mayoría de los seres humanos como hacerles demasiado bien.
Ø Para ser bueno hay que ser muy bueno.
Ø La oportunidad de hacer el mal se da cien veces por día y la de practicar el bien sólo una vez al año.
Ø Una de las ventajas de las buenas acciones es que elevan el corazón y le sitúan para realizar otras mejores.
Ø Una parte de la bondad consiste. Seguramente, en considerar y querer a las gentes más de lo que se merecen.
Ø Cuando somos dichosos, somos siempre buenos; pero cuando somos buenos, no somos siempre dichosos.
Ø Grande es Dios en el SINAB; el trueno le precede, el rayo le acompaña, la luz le envuelve, la tierra tiembla, los montes se desgajan; pero hay un Dios más grande, más grande todavía, que no es el majestuoso Dios del SINAB, sino el humilde Dios del Calvario, clavado en una cruz, herido, yerto, coronado de espinas, con la hiel en sus labios, vejado, y sin embargo diciendo: “¡Padre mío, perdónalos, perdona a mis verdugos, perdona a mis perseguidores, porque no saben lo que hacen!”
Ø A mis amigos les doy la diestra; a mis enemigos la mejilla.
Ø ¡Dios mío librad de dolor a cuanto existe!
Ø La alegría de hacer bien está en sembrar, no en recoger.
Ø Amar y perdonar es toda la vida.
Ø A nadie le importará que no hagas bien a nadie, pero ¡pobre de ti si al hacer bien a todos has hecho bien al enemigo de alguien!
Ø No siempre han de estar las flores en el camino para irlas cortando a nuestro paso; es más seguro llevarlas en nuestro corazón para dejarlas caer y alegrar con ellas los caminos de la aridez y asperezas.
Ø También las buenas acciones tiene su remordimiento.
Ø ¡Cuántos males costó siempre el empeño de hacer bien!
Ø Y el hombre, injusto siempre, ha dicho después que Dios va borrando la bondad de su creación.
Ø Exponer las ideas no debe llevar la intención de imponerse a otras, ni de ofender a nadie. Es natural que choquen con algunas, sobre todo aquellas que han sido aceptadas y consideradas como definitivas.
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