sábado, 2 de febrero de 2008

14 de febrero

Por: Q Π do

Para miles de parejas en todo el mundo, una celebración ideal para pasar el día del amor y la amistad, sería una romántica cena en la ciudad el amor: Paris. Sus calles típicas tupidas de cafecitos encantadores, con vistas espectaculares de la ciudad, invitan a los enamorados a tomarse de la mano, y pasar momentos de ensueño, con escenarios artísticos: música de acordeón, pintores, espectáculos de calle. Atravesar uno de sus muchos y majestuosos puentes, al atardecer invita a besar a la persona amada, como si fuera la primera vez y a recordar la inocencia y entrega del amor espontáneo. El festejo puede extenderse con una romántica e inigualable cena a bordo de las pequeñas navegaciones que recorren el río Sena; en donde se puede disfrutar de la auténtica cocina francesa, al tiempo de realizar uno de los recorridos turísticos más espectaculares y famosos del mundo. En donde miles de enamorados han entregado el anillo de compromiso a sus futuras esposas. Hoy, Paris ofrece un nuevo escenario para festejar el día de San Valentín, a raíz de lo que ha sido llamada por el periódico francés Le Monde como “una iniciativa inédita de la Iglesia Católica”. Las puertas de 50 iglesias en Paris se abrieron la noche del pasado 10 de febrero, para recibir a parejas de enamorados, casados o no, católicos o no, en una cena baile, encuentro y convivencia, para profundizar en la importancia del amor, un amor que se compromete. Parejas de casados, entre ellos una que festejó sus 70 años de matrimonio, compartieron su experiencia de vida en el amor y el compromiso. La idea surge del creciente miedo al compromiso entre las parejas, y pretende revalorizar la importancia del matrimonio. El número de matrimonios católicos en Francia pasó de 281,786 en el año 1975 a 96,863 en 2004, por su parte número de matrimonios civiles pasó de 387400 a 271600 en el mismo periodo. (Le Monde). Con esta propuesta la Iglesia busca acercar a las parejas que así lo desean, a la preparación al matrimonio. Por ello, en la celebración eucarística llevada a cabo el domingo 11 de febrero, se resaltó la importancia de este sacramento, y se habló del amor profundo de pareja, como proyecto de vida. Y para cerrar con broche de oro el festejo, el mismo domingo se llevó a cabo una paseo a bordo de los famosos bateaux mouches, por el Sena, para todas las parejas y familias, en donde Monseñor André Vingt- Trois, arzobispo de Paris, hizo una reflexión basada en el Génesis, acerca del amor entre el hombre y la mujer.

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